Nota tomada de Revista Gerente.
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Si hay un camino que no es estático es justamente el de la innovación, pero cómo transitarlo sin perder el rumbo y sobre todo la motivación cuando se presenten obstáculos alrededor del tiempo, los recursos o la creatividad. Aquí una breve guía:
1. Innovar no es partir de ceros
Qué significa innovar: ¿Cambiar para introducir novedades o crear de ceros buscando implementar una idea?. De acuerdo con el director creativo de la empresa de desarrollo de juegos City Jam Colombia, Jairo Nieto, las personas siempre confunden innovar con hacer algo completamente nuevo. Todos los seres humanos cuentan con un ADN creativo fundado sobre los conocimientos que han adquirido y los aprendizajes que se generan con otros, por ello “todo desde el entretenimiento hasta la tecnología se construye sobre fundamentos de algo que ya existió”, agrega.
2. Enamorarse ciegamente de su idea
La pasión es un ingrediente clave a la hora de innovar, pero un gran error que comenten los innovadores es enamorarse ciegamente de su idea de negocio hasta el punto de ser inflexibles.
“Aunque la perseverancia y la resiliencia son buenos atributos del cualquier emprendedor, eso no significa que deban aferrarse con terquedad a una idea inicial y que no estén dispuestos a cambiarla de ser necesario, las ideas deben irse adaptando y mutar”, señala Santiago Amador, director de la Maestría en Innovación de Areandina.
3. Perder la paciencia en el primer intento
“No hay ideas innovadoras buenas o malas sino que quizás se están desarrollando en un tiempo en el que no van a surgir y eso puede ser por muchas cosas: porque los usuarios no están listos o porque la infraestructura no está lista o porque no hay suficientes recursos para hacer que pasen entonces”, asegura Miguel McAllister, co-fundador y CEO de Merqueo.
4. Ser ambicioso, sin perder el foco
Empresas como Google buscan promover un pensamiento 10 x que significa pensar siempre las metas de un proyecto por encima de las que se calculan. Sin embargo, a veces se quiere ejecutar la idea sin haber identificado bien el problema, pues “muchos emprendedores crean soluciones para problemas que nadie tiene y que a final de cuentas no le generan un valor específico a nadie”, dice Amador. Además, muchos innovadores creen que diversificándose disminuyen el riesgo, pero desde la experiencia de Alejandro González, director de City Jam Colombia: “Uno puede empujar su estado del arte siempre y cuando tenga una sola idea en la cabeza, por eso uno llega a ser bueno en una sola cosa cuando está exclusivamente dedicado a hacer eso”
5. No generar entornos innovadores
Para desarrollar modelos innovadores de pensamiento “se requiere un método y este debe alcanzar a los miembros de la compañía, lo que significa que debe penetrar la totalidad de la organización en busca de un cambio cultural que retorne en nuevas ideas de innovación”, recomienda 2NV, consultora en la optimización de procesos a través de la tecnología.
Como menciona María Fernanda Argote, Account Manager en Google Colombia para el Gobierno y la Industria Automotriz, la innovación no proviene solo de momentos de epifanía sino que requiere de entornos que fomenten una cultura que incluyan puntos clave como la seguridad psicológica que empodere a los colaboradores a tener ideas diferentes y expresarlas, así como incentivar el fracaso para enseñarle a los empleados que probando y repitiendo se alcanzan las metas.